Hacer cantera

El trabajo por conseguir que la sociedad gallega sea consciente de las oportunidades de ocio que oferta nuestro bien más preciado: el mar



Antonio Iglesias Otero
Presidente de la Federación Gallega de Motonáutica




Galicia cuenta con un tesoro que desconoce y al que no concede la enorme importancia que tiene, posiblemente porque todos y cada uno de nosotros disfrutamos de él desde el mismo momento en el que nacemos. Nuestra costa es uno de los principales activos con los que contamos y, paradójicamente, no le sacamos todo el fruto que deberíamos. Porque las rías son el escenario natural perfecto para cualquier tipo de competición, un idílico estadio construido en un marco difícilmente igualable al que debemos sacarle partido acogiendo tantos competiciones como sea posible.
Pero nuestra larga tradición pesquera nos inclina a pensar en el mar como un lugar de trabajo y no como una alternativa de ocio, una opción por la que, desde hace algún tiempo, sí apuestan decididamente otras regiones como Murcia y Cataluña. Y con notable éxito.
Por eso, en el momento actual, el trabajo de las federaciones que como la nuestra trabajan en el mar debe centrarse en cambiar radicalmente esa obsoleta concepción y conseguir que los gallegos descubran al fin las inagotables oportunidades de entretenimiento activo que ofertan nuestras rías. El primer paso es tener conciencia propia de esta ventaja para luego poder venderla al exterior como una alternativa turística, en un momento en el que el turismo activo está tan de moda y atrae a tantos visitantes.
De ahí que desde hace tiempo nuestros esfuerzos se centren en la formación. En la Federación Gallega de Motonáutica consideramos que tan importante como cuidar al deportista profesional es formar a nuevos talentos que aseguren el relevo generacional. Así, estamos trabajando en un ambicioso programa de escuelas para que los niños aprendan desde pequeños a conocer y respetar el mar. El objetivo es conseguir una nueva generación que no dé la espalda al bien más preciado con el que contamos, sino que se acerque a él con los brazos abiertos, dispuesta a aprovechar todas las oportunidades de ocio que oferta, sobre todo aquellas relacionadas con la motonáutica tanto en su faceta recreativa como de competición. Ellos son el futuro y en sus manos estará sacar el inmenso partido turístico del que disponen nuestras rías. Pero primero hay que enseñárselo