domingo, 20 de abril de 2008

Un nuevo modelo deportivo

Rafael Blanco Perea
Director General de Deportes
Consejo Superior de Deportes

La actual dirección del Consejo Superior de Deportes no responde a una política deportiva de escaparate, sino a un modelo de ejecución de proyectos concretos y eficaces. Hubo cambios en la estructura del Consejo Superior de Deportes para acomodarse a la nueva dimensión adquirida por los grandes acontecimientos deportivos. Resultaron mayúsculos los esfuerzos en apoyo de las importantes citas organizativas, ya cumplidas o próximas. El aumento de los recursos se tradujeron en más becas, más dinero, más modernización, flexibilidad y calidad, más infraestructuras e instalaciones.
Hemos pasado del debate a los hechos en la lucha contra el dopaje, la violencia y el racismo en los espectáculos deportivos. El aumento de las subvenciones federativas llegó acompañado de la asunción del Código del Buen Gobierno, inspirado en los principios rectores de las buenas prácticas de gestión y suscrito para asegurar la transparencia en la administración del dinero público. La cooperación y las reuniones con Federaciones y responsables de Deportes de las Comunidades Autónomas fueron importantes para impulsar el deporte escolar y la alta competición. El proyecto de Libro Blanco se convertirá en un instrumento valioso para mejorar el deporte profesional. Igual que la reforma prevista de la Ley del Deporte de 1990.
El apoyo a la investigación, en coordinación con las Universidades en áreas del conocimiento resolutivas para la mejora del rendimiento deportivo, resultó imprescindible. Lo mismo que los esfuerzos por aumentar la representación de dirigentes españoles en los organismos internacionales y el empeño en profundizar en los avances de la mujer. Los entes federativos conocieron la obligación de modificaciones reglamentarias para acoger en sus categorías inferiores a los inmigrantes y alejarles del aislamiento deportivo. Apoyar a los deportistas veteranos para orientar sus salidas profesionales y a los jóvenes deportistas alejados del hogar familiar son factores indicadores del nivel de excelencia deportiva de un país. También la capacidad de divulgación de los valores relacionados con la práctica deportiva para avanzar en el desarrollo y progreso sociales.
Las tareas de mediación del CSD fueron eficaces para la resolución de conflictos entre estamentos deportivos de primer nivel. El Consejo Superior de Deportes no será ajeno a nada de lo que ocurra en el ámbito competitivo. Por el contrario, apostará por convertirse en un espacio de encuentro, donde ha de sentirse cómoda la gran familia deportiva en la confianza de que no existen problemas que sean absolutamente irresolubles. Aún rozando los límites de competencias que le incumben, el CSD no puede permanecer insensible a los problemas que, en el entorno deportivo, puedan plantearse.
El impulso que el deporte español ha experimentado en estos últimos años ha servido para colocarnos, puesto arriba o abajo, según la trayectoria deportiva del momento, en posiciones destacadas de la órbita mundial. Sin embargo, la voluntad de crecer ha de estar siempre presente, no sólo para conservar las posiciones conseguidas sino también para rebasarlas mediante la proyección constante. La tarea es ardua porque a nadie se le oculta que los demás países también compiten, comparten los mismos retos y promueven recursos para sus fines, pero la adopción de un planteamiento más ambicioso no debe renunciar a la mejora permanente a la búsqueda de éxitos. Sinceramente creo que estamos en el buen camino.

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